Modelos de diseño organizativo en las empresas

Cada empresa es un microcosmos. Las relaciones, los procesos y las dinámicas que se generan en el interior de cada una de ellas no se repiten nunca en otro contexto, ni siquiera si se trata de empresas de un mismo grupo que se rigen por estándares o principios comunes.
Emprendedor

Una de las labores directivas de mayor responsabilidad es el diseño de la estructura de la empresa, algo que va mucho más allá de la ubicación de cargos en distintos niveles jerárquicos y de la delegación de autoridad.Es, ante todo, un asunto de organización eficaz.

De la forma en que estén organizadas las empresas dependerá en buena medida su funcionamiento. Para ello se deben tener en cuenta factores como el tamaño de cada empresa, el número de trabajadores y las funciones que éstos desarrollan, el tipo de procesos que alberga, las vías por las que circula la información y, por supuesto, los objetivos.

Las organizaciones grandes o que acogen tareas simultáneas suelen tener estructuras ramificadas, con distintos niveles jerárquicos y varios focos de autoridad. En cambio, las más pequeñas tienden hacia modelos centralizados en los que priman las relaciones cercanas y la comunicación directa.

¿Qué elementos influyen en un diseño organizativo?

No hay un modelo ideal de estructura corporativa. Cada empresa debe diseñar el modelo que más se adapte a sus necesidades y aplicarlo. A la hora de hacerlo, es necesario definir dos elementos básicos:
Variables externas: son todos aquellos elementos que rodean el entorno de la empresa y que, por tanto, no se pueden controlar. Por ejemplo, la dinámica de un determinado mercado o las características culturales de cierto grupo de consumidores. Como mucho, la empresa puede adaptarse a ellas, pero nunca cambiarlas. Son variables tanto positivas como negativas.
Variables internas: se trata de lo que una empresa sí tiene capacidad de controlar e influye directamente en su funcionamiento. Los grupos de trabajo, los grados de autoridad, los departamentos y las relaciones entre el personal son algunas de estas variables.


¿Qué modelos de organización corporativa existen?

En la actualidad, es común oír hablar de la desaparición de jerarquías dentro de las empresas. Es un modelo propio de la era de las nuevas tecnologías e Internet, donde la información circula a gran velocidad y los procesos internos se gestan entre los distintos integrantes de cada organización.

Sin embargo, aun cuando se estén produciendo cambios significativos en este sentido, los modelos de diseño organizativo están marcados por tres principios básicos. Veamos cuáles son y en qué consisten:

a) Horizontal:

Las empresas organizadas de esta forma difuminan en la medida de lo posible las jerarquías y distribuyen el trabajo entre todos sus miembros. El objetivo es reducir esfuerzos y mejorar la calidad de las tareas. Es un modelo propio para la especialización de funciones. Los altos cargos apenas intervienen; delegan y son parte activa de los procesos.

b) Vertical:

En este modelo priman la autoridad y la jerarquía. Los altos directivos tienen el derecho a determinar las acciones que llevarán a cabo los grupos de trabajo. Es propicio para la formación de líderes. Aunque no es del todo centralizado, sí que da prioridad a las figuras como jefes de sección y a otras unidades de mando.

c) Equilibrio:

En este último modelo de diseño organizativo podemos ubicar a las tendencias de la era digital. Se basan en la motivación de los equipos, en la participación de sus integrantes y en una comunicación directa y fluida. Otra característica que lo define es la dirección por objetivos, que consiste en la formación de unidades de trabajo en torno a metas concretas; una vez acabado el proyecto, el grupo de trabajo puede disolverse, pues en muchos casos quienes los integran no forman parte de la compañía. Actúan como adjuntos o consultores.


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